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sábado, 8 de enero de 2011

Función en Jakobson y Martinet

En su artículo “Towards a Functional Syntax” (1961),  Martinet considera la noción de función como una relación entre elementos lo que permite “expresar la complejidad de la experiencia humana” (González, 2005). Para Martinet la función primordial del lenguaje es la “comunicación” la cual es posible a través de la doble articulación.  En este contexto la función se hace necesaria como una forma de traspasar la compleja experiencia que el hablante desea comunicar, a una forma lineal que sería el lenguaje.  
De acuerdo al artículo de Martinet (1961) todos los monemas y fonemas cumplirían funciones.  Él se centra en el estudio del monema que correspondería a “a Saussurian sign, a unit with a meaning and a phonic shape.” (Martinet, 1961).  Esto quiere decir que para Martinet el monéma corresponde al signo saussureano.  Dice del fonéma  que tiene forma pero no significado.  Además cumple su función siempre en el mismo lugar. 
Basado concepto de “autonomía sintáctica” Martinet (1961) clasifica los monemas en autónomos, funcionales y dependientes.  Posterior a esta clasificación, agrega la idea de “self sufficient utterance” para crear una cuarta categoría que serían los monemas independientes (no sólo son sintácticamente autónomos, sino que se pueden usar por sí mismos para crear un enunciado).   En toda esta clasificación la noción de función está fuertemente presente ya que la distinción básica sería en la forma en la que está expresada la función en cada monema, por ejemplo, los monemas autónomos cargan dentro de ellos con un indicador de su función, los monemas dependientes necesitan un elemento adicional que indique su función ya que ellos no la indican y los monemas funcionales “aseguran la autonomía para otros monemas a los que están adheridos, indicando su función” (Martinet, 1961).
En su artículo además, Martinet (1961) señala tres maneras de “indicar la relación de un segmento con el todo” es decir, de indicar la función que cumplen los elementos.  Estas formas son: su posición dentro del continuo, el significado y unidades similares a los equivalentes de la experiencia.   
Para Martinet las funciones se dan en el eje sintagmático, las cuales provocan cambios de significado (permiten hacer cambios en el eje paradigmático).
Jakobson en su artículo “Lingüística y poética” (Jakobson, 1971) realiza  una clasificación de seis “factores que constituyen todo hecho discursivo”.  Éstos son: destinador, mensaje, destinatario, contexto, código y contacto.  Cada uno de ellos determinaría una función del lenguaje.  La relación quedaría como sigue: Función referencial: centrada en el contexto, función emotiva: centrada en el destinador, función conativa: centrada en el destinatario, función fática: centrada en el contacto, función metalingüística: centrada en el código y función poética: centrada en el mensaje.
La noción de función, en este caso, se refiere más bien a la razón o utilidad que cumple el mensaje y determinada por un factor. Es decir, si tomamos como ejemplo la función emotiva, la cual está determinada por el destinador,  en este caso el mensaje estaría cumpliendo la función o utilidad de servir como “expresión directa de la actitud del hablante ante aquello de lo que está hablando”
Las diferencias entre Jakobson y Martinet residen básicamente en que para Martinet la función está dada desde el punto de vista sintáctico: cuál es la relación de estos monemas (signos) con el todo. Esta función es de tipo interna, intralingüística.  Para Jakobson en cambio, la función esta dada al servicio de la comunicación.  Esta sería una función de tipo externa ya que tiene que ver con la forma en que uso la lengua (todo el sistema) para cumplir un objetivo extralingüístico que es comunicar.

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